Turismo de Aventura en Perú : Deportes Aéreos



El Perú es un país de una inmensa diversidad de climas y lugares. En horas uno puede pasar de la selva a la sierra y todo eso genera una multiplicidad muy grande de actividades. Los deportes de aventura no escapan a esta realidad y en este sentido podemos afirmar  que Lima es uno de los lugares ideales para practicar deportes extremos aéreos como el parapente y el ala delta.

Estas adrenalínicas disciplinas requieren capacitación para poder realizarlos por cuenta propia, pero si solo buscas pasar un momento a mil por hora, las opciones de subirte a un parapente o ala delta acompañado por un experto son las más comunes. A continuación un pequeño sumario sobre los mejores lugares para practicar estos maravillosos deportes extremos en nuestro Perú.

Costa Verde – Lima:



Los barrancos a orillas del mar de la capital del Perú tienen un privilegio inmenso. La configuración de las playas y las paredes de roca han logrado que las ráfagas de viento sean inigualablemente favorables para la práctica del parapente y el ala delta. Realizar estos vuelos en Lima nos dejará como resultado unas vistas urbanas preciosas de los distritos de San Isidro y Miraflores que se maximizan al practicar la actividad de noche. Una experiencia urbana inolvidable y diferente. La oferta es muy variada y puede ser contratada por un precio razonable con solo acercarse a los parques del malecón de Miraflores o San Isidro.

Reserva Nacional de Paracas:

La hermosa reserva nacional a orillas del mar de llamado “sur chico” obtiene su nombre por unas corrientes de viento muy particulares. Sería un pecado no aprovechar esas corrientes para los deportes extremos aéreos.  Las vistas mas hermosas que podremos obtener son las del mar de Paracas, hogar de muchas especies endémicas de animales marinos como aves y mamíferos.

Valle Sagrado de los Incas – Cusco:



La oferta de deportes extremos es inacabable. Te imaginas lo espectacular de volar sobre el Valle Sagrado de los Incas, cual cóndor, disfrutando del privilegiado paisaje desde arriba. Definitivamente una experiencia que ni los Incas tuvieron la dicha de conocer.

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