El Centro Histórico de Lima tiene tantos espacios que en un día no terminarás de disfrutar del paisaje. Un tour que debes programar como individual es la visita al convento de San Francisco de Asís, donde encontrarás un museo –del mismo nombre- que resguarda un sinfín de historias, símbolos religiosos y obras de arte, además de una particular belleza arquitectónica.
El convento se ubica a un par de cuadras de la Plaza mayor de Lima y a una de la Catedral, exactamente en la plazuela de San Francisco, donde se encuentran los jirones Lampa y Ancash. Debes cruzar un par de calles y la señalización es buena para que no te pierdas.
Sin embargo, no es lo único interesante que guarda este convento, también están las ‘catacumbas’. En este lugar se ha enterrado a más de 25 mil personas que vivían en Perú durante la época. Las catacumbas del convento reúnen una serie de pasajes subterráneos a los que se tiene acceso desde 1950 para el público en general.
Las visitas guiadas son en español o en inglés. El costo es de un nuevo sol por niño y de cinco nuevos soles por adulto. Además, se debe visitar el lugar a partir de las 9:30 a.m. hasta as 5:30 p.m. La visita en total dura unos 45 minutos.
A veces llega mucha gente y se hacen largas colas. Sobre todo en fines de semana. Por eso, procura ir un día de la semana. A mi me recomendaron ir un lunes temprano, aproximadamente a las 10 de la mañana y entré muy rápido. Cuando salí ya había cola (casi a las 11 am).
En el camino hacia las catacumbas encontrarás la biblioteca, algunas salas como la de vestíbulo, la del coro o la sacristía. De igual forma, estarás rodeado de obras artísticas como cuadros e imágenes. No te cuento mucho sobre esto porque lo mejor será descubras todo por tu cuenta.
Cabe mencionar que lo que encontrarás en las catacumbas puede herir susceptibilidades, lo mejor es tratar de llevar a niños solamente cuando se está seguro que no se asustarán por ver restos de cuerpos humanos (huesos).
Respecto a la seguridad, no hay que descuidar ningún pas, porque encontrarás pozos que en algunos casos llegan hasta los diez metros de profundidad. Además, estos pasajes forman un pequeño laberinto. Sin embargo, no hay que temer si es que se toma las recomendaciones que la guía brindará.
La aventura que hay que encontrar no sólo involucra la observación sino también escuchar lo que nos contará la persona encargada del tour ya que se hallará, por ejemplo, algunas criptas como la de Fray Juan Gómez –personaje retratado en algunos textos como las Tradiciones Peruanas de Ricardo Palma-, Fray Andrés Corso -un personaje que fundó el convento de los Descalzos-, o un artista mexicano llamado Fray José Mojica. Lo malo es que es un poco incómodo para caminar, el espacio es muy reducido. Pero sí que vale la pena.