Si hay algo que convierte al Perú en uno de los mejores destinos turísticos del mundo es su sinnúmero de tradiciones, cada una de las cuales es cultivada fielmente por los habitantes de cada pueblo, que esperan compartir su mágica riqueza con los viajeros nacionales y extranjeros que deseen apreciar la belleza de sus espectáculos.
La celebración del Contrapunteo
A fines de diciembre la región Huancavelica, ubicada en la sierra central peruana, se viste de gala para celebrar el festival de Atipanacuy o Contrapunteo, en el cual los danzantes de tijeras más destacados del país compiten por ser el mejor en complicadas danzas que implican un exigente esfuerzo físico y mental de los “danzaqs” o danzantes.
El origen de la danza
La danza de las tijeras no se trata de un baile cualquiera. En cada uno de sus movimientos se rinde homenaje a los apus o wamanis, las deidades andinas a las que todavía se rinde fervoroso culto y entre las que figuran la Pachamama (Tierra), Hannacpacha (Cielo) y Ucupacha (Mundo Subterráneo), por mencionar solo algunas.
Según cuenta la leyenda, esta danza era ejecutada desde tiempos inmemoriales por los Tusuq Laylas (antecesores de los danzaqs), que tenían la categoría de sacerdotes y eran personajes muy respetados en sus pueblos.
Con la llegada de los españoles, los Tusuq Laylas fueron acusados de “supaypa wanan” (hijos del diablo), viéndose obligados a refugiarse en los cerros. Pero al no poder luchar contra ellos, fueron integrados nuevamente a la sociedad, con la condición de que sus danzas celebraran a las deidades católicas.
El ritual del Atipanacuy
Del 20 al 27 de diciembre se puede apreciar desde tempranas horas los danzaqs paseando por las calles hasta llegar al atrio de la iglesia de San Francisco, en la ciudad de Huancavelica, que es donde tiene lugar la competición. Un elemento imprescindible de las coreografías son las tijeras hechas de acero y afinadas en las piedras de los manantiales, cuyo sonido tiene un gran parecido con el de la caída de agua del lugar.
Mientras se llevan a cabo las exhibiciones -que duran varias horas-, los niños, mujeres y demás asistentes también participan del festejo zapateando al ritmo del arpa y violín. En las noches también se puede observar el Qolla Alva o danza menor, en la que concursan aprendices de danzaqs ejecutando movimientos menos complicados pero sin perder el mágico encanto del espectáculo.
Cómo ir
Para llegar a Huancavelica desde Lima se tiene que tomar un avión hasta la región Ayacucho, que demora una hora, y luego tomar un bus interprovincial hasta esa ciudad, cuyo trayecto es de cinco horas.
A fin de organizar el viaje, podemos contratar los servicios de agencias de turismo como Turismo Andino, que cubre los traslados, alojamiento y alimentación y está avalada por la Comisión Nacional del Perú para la Exportación y el Turismo (Promperú).
Dónde quedarse
El mejor alojamiento de la ciudad de Huancavelica es el Hotel Presidente, de la Cadena Hotelera del Centro, que está ubicado al frente de la plaza de armas y cuenta con los servicios de room service, lavandería, calefacción, área de trabajo, sala de descanso, sala de eventos corporativos y piscina.
Así mismo, en el restaurante Mercurio del hotel podemos degustar los mejores platos típicos de la región, como el Mondongo, la Pachamanca, Chupe de Zapallo y el Puchero, que es una deliciosa sopa concentrada de res y vegetales que se cultivan en la zona.
Recomendamos
Como durante el festival del Atipanacuy la región se encuentra en época de lluvias, es necesario llevar paraguas e impermeable, así como ropa abrigadora para las noches, en las que la temperatura puede descender hasta los 2 Cº.