En el corazón del Distrito de San Vicente, a la altura del kilómetro 145 de la Panamericana Sur, se encuentra una de las joyas arquitectónicas más enigmáticas y majestuosas de la costa peruana: El Castillo de Unanue. Este imponente edificio de estilo morisco, rodeado de leyendas y misterio, ha resistido el paso del tiempo, aunque su esplendor original parece desvanecerse con cada día que pasa.
Historia y Orígenes del Castillo
El origen del Castillo de Unanue se remonta a la familia Belzunce, quienes heredaron las tierras de Guayabal, Gómez, Cero Blanco y Pepitán. Más tarde, estas tierras fueron legadas a Don Hipólito Unanue, un prominente médico y político peruano, que las dejó en herencia a su hijo, José Unanue. Fue José quien, en 1843, inició la construcción de lo que sería la casa hacienda de la familia en la Hacienda Gómez, que luego sería conocida como la Hacienda Unanue.
La construcción del castillo fue un proyecto ambicioso y prolongado, que se extendió hasta alrededor de 1900. Durante estos años, Don José Unanue mostró una paciencia infinita y una dedicación admirable para hacer realidad su sueño de edificar una residencia que fuera un tributo a la memoria de su padre. Los materiales utilizados en la construcción, como los vitrales, mármoles, y rejas de hierro y bronce, fueron importados de la ciudad italiana de Carrara, aportando un toque de elegancia europea al castillo.
Arquitectura y Características
El Castillo de Unanue es un claro ejemplo de la arquitectura mozárabe con influencias góticas, un estilo poco común en la región. Aunque a simple vista parece elevarse varios pisos, en realidad, está asentado sobre una huaca artificial preinca, lo que lo convierte en una edificación de un solo piso. Sin embargo, su imponente presencia y la complejidad de su diseño arquitectónico lo hacen parecer mucho más elevado.
El castillo cuenta con túneles y calabozos que datan de su época como la primera cárcel en Cañete, en 1924. Estos túneles subterráneos, envueltos en un halo de misterio, fueron utilizados, según la tradición oral, para conectar con otras haciendas cercanas y con el puerto de Cerro Azul. Se dice que estos pasajes servían de escape a fugitivos, que se desvanecían en la oscuridad, dejando tras de sí solo leyendas.
Leyendas y Misterios
La historia del Castillo de Unanue está impregnada de leyendas y relatos de misterio. Una de las historias más escalofriantes cuenta que, en algún momento, un centenar de comuneros del fundo Cochahuasí fueron encerrados en los subterráneos del castillo tras reclamar sus propiedades. Nunca más se supo de ellos; no salieron con vida.
Según las historias locales, el castillo tiene tres túneles secretos. Uno de ellos conecta con la Hacienda Montalbán, a 3 kilómetros de distancia; otro con la Hacienda Arona, a 5 kilómetros, y desde allí hasta el puerto de Cerro Azul, a 10 kilómetros. El tercer túnel se dice que llega hasta la playa de Cochahuasí, a 3 kilómetros. Estos caminos subterráneos, ahora abandonados y recorridos solo por murciélagos, son testigos silenciosos de una época llena de secretos y escapatorias.
El Castillo en la Actualidad
Hoy en día, el Castillo de Unanue es una estructura sin dueño, con torres sin vigía, cuartos vacíos y sótanos que esconden recuerdos de crueldad y miedo. A pesar de su deterioro, el castillo sigue siendo un símbolo turístico de Cañete, aunque desafortunadamente, la indiferencia de las autoridades y los efectos de los sismos lo acercan cada vez más a su destrucción.
El Castillo de Unanue no solo es una pieza clave del patrimonio cultural de Cañete, sino también una auténtica historia viva que debería ser valorada y rehabilitada. Su restauración no solo preservaría un importante monumento histórico, sino que también podría generar beneficios culturales y turísticos para la región. Es hora de que se considere seriamente la rehabilitación de esta joya arquitectónica, para que las generaciones futuras puedan conocer y admirar el esplendor de uno de los castillos más enigmáticos del Perú.
El Castillo de Unanue es mucho más que un edificio; es un testimonio de la historia, la cultura y las leyendas de Cañete. Aunque el tiempo y la indiferencia lo han golpeado duramente, aún queda esperanza de que esta joya arquitectónica pueda ser restaurada a su antigua gloria. Mientras tanto, sigue siendo un destino fascinante para aquellos que buscan explorar los misterios y la historia del Perú.