El locro, un plato de los andes peruanos



El zapallo, un fruto proveniente de nuestras tierras americanas, es el protagonista de este potaje de los andes, que sin duda cautivará tu paladar ni bien lo degustes. Conozcamos un poco más acerca del locro.

Su origen no solo es quechua, sino americano, pero de hecho ya se le preparaba antes de la llegada de los españoles, quienes al conocerlo, se sorprendieron por su calidad y sabor. En Perú, adquirió características propias que lo hacen de lejos un plato nuestro. El locro es un potaje caliente, amarillo y profundo de sabor que te encantará desde el primer bocado.

De este plato se escribe por primera vez en el siglo XVI, cuando Juan de Arona se refiere a él por tener zapallo como ingrediente principal, “planta indígena sudamericana”. Una vez que penetró la costumbre, junto con los ingredientes aportados por los españoles, este plato comenzó a enriquecerse.



Otros cronistas de siglos posteriores refieren que otras variantes de locro podían incluir carnes como el jamón, patita de chancho, yuca, caigua y otras especias. Sin duda, era un guiso compacto y suculento capaz de satisfacer los apetitos más voraces y engalanar las festividades, tal como ellos lo describían.

Incluso nuestro tradicionista Ricardo Palma, se refiere precisamente al locro, como un potaje que se preparaba en celebraciones populares.

Hoy en día, este guisado de zapallos es ideal para calentarnos en el frío invierno y se elabora únicamente a base de zapallo y otras especias. La carne ha sido desplazada.

El locro peruano se prepara haciendo un aderezo previo con ajo, cebollas picadas, pimienta, sal y orégano. Luego se mezclan con el zapallo previamente trozado y pelado hasta que se vaya volviendo una crema deliciosa. Se le añaden luego el queso serrano trozado, las papas, choclo cortado en rodajas, un chorro de leche y una rama de huacatay para lograr el toque de sabor.



De la calidad de cada uno de estos ingredientes dependerá del éxito de este potaje, que puede acompañarse con arroz, pero que recomendamos disfrutar solo para que nada interrumpa el deleite de su sabor.

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