Conocida como la “Ciudad de Eterna Primavera” por su clima soleado y la alegría de sus pobladores, la ciudad de Trujillo es capital de la región norteña de la La Libertad y fue hace muchos años la sede de uno de los imperios pre-incaicos más importantes del Perú: la cultura Mochica. Entre sus principales monumentos, aún se puede observar dos imponentes centros que expresan toda la riqueza moche: las Huacas del Sol y la Luna.
Las huacas moche
La cultura Mochica -famosa por sus huacos-retrato y haber construido la ciudadela de barro de Chan Chan- existió entre los siglos I y VI d.C. Sus dos edificaciones capitales fueron las Huacas del Sol y la Luna, que representan sus centros administrativo y de culto, respectivamente.
La Huaca del Sol fue un edificio en forma de pirámide escalonada que tiene una altura aproximada de 43 metros. Se dice que allí habitaban miembros de la alta sociedad moche y aún hoy se puede apreciar las 5 terrazas que presumiblemente servían de espacio de recreación a los moradores.
A medio kilómetro de la Huaca del Sol se halla la Huaca de la Luna, centro ceremonial y religioso de la cultura mochica. Su construcción se compone de varios templos edificados uno encima de otro en diferentes periodos de tiempo, llegando a medir 21 metros.
Cabe señalar que en la parte superior fue descubierto un altar ceremonial con los restos de 40 guerreros sacrificados, práctica que -según la costumbre moche- representaba todo un honor para quien se sometía a ella.
Así mismo, en esta huaca se puede observar murales de color negro, blanco, rojo, azul y amarillo, los cuales se utilizaron para pintar la representación de la deidad Ai apaec, que en lengua mochica quiere decir “dios degollador”, en relación a la tradición de este pueblo guerrero. Su figura también se puede ver en el núcleo urbano entre ambas huacas, compuesto de avenidas, callejones, plazas y corredores.
El tour
Las Huacas del Sol y la Luna se ubican a ocho kilómetros (15 minutos) del centro de la ciudad de Trujillo. Antes de llegar a ellas se pasa por la Campiña Moche, en la que se puede apreciar a los pobladores llevando a cabo actividades agrícolas, ganaderas y artesanales.
Ya en las Huacas, las guías harán un completo recorrido por estos monumentos, incluyendo las zonas de excavaciones y también dando a conocer el proceso de recuperación del sitio arqueológico. Todo el paseo dura, aproximadamente, una hora y media.
Para realizar la visita a las Huacas del Sol y la Luna podemos contratar los servicios de la agencia de viajes Moche Tours Trujillo, acreditada por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo del Perú, cuyos servicios incluyne el transporte hasta el sitio, el recorrido por las Huacas, el Núcleo Urbano Moche, la Campiña Moche, su Centro Artesanal y el retorno al hotel.
La estadía
Uno de los mejores hoteles de la ciudad trujillana es el Hotel Libertador Trujillo, que se encuentra al frente de la Plaza de Armas y cuenta con amplias habitaciones de arquitectura colonial, acceso a internet, piscina, gimnasio, sauna, un bar (el “Malabrigo”) y el restaurante “Las Bóvedas”, donde se pueden degustar los deliciosos platillos típicos de la región, como el cebiche mixto, el shambar (sopa de trigo con carne de cerdo ahumada) y, la especialidad de la casa, el Robalo a la plancha, a base de pescado cocinado en hongos y algas.
Recomendamos
Para disfrutar de este paseo arqueológico y la estadía en Trujillo sin problemas es recomendable llevar bloqueador solar, gorro o sombrero de tela fresca y lentes de sol. ¡Disfruten la visita!