En el céntrico distrito de Pueblo Libre, ubicado a 20 minutos del centro de la ciudad, se encuentra el Museo Larco Herrera, que contiene en sus instalaciones una colección de más de 45 mil piezas arqueológicas que ilustran la historia de la civilización peruana, que abarca un período de 3000 años de arte precolombino.
Como hemos descrito en artículos anteriores, el arte precolombino peruano se centró en la perfección de las técnicas de dos elementos principales: la cerámica y la metalurgia. Desde Chavín hasta el Imperio Incaico, los peruanos supieron inventar la tecnología necesaria para poder realizar complejas aleaciones o cerámicas con acabado finísimo con los pocos recursos naturales que disponían.
En el Museo, uno de sus puntos sobresalientes es la famosa colección de arte erótico del mismo. Los antiguos peruanos, en especial los moches, no tuvieron muchos tabúes en representar la sexualidad. En ella, podemos observar al hombre y a la mujer retratados detalladamente y leer las conclusiones de los estudios que hiciera el arqueólogo Rafael larco sobre el tema.
Otra sala que vale la pena ver es la de Oro y Joyas. En ella, se hace una exhibición detallada sobre la forma cómo las diversas civilizaciones manejaron los metales para lograr maravillosos adornos que eran ofrecidos a los dioses. Se toma especial atención a lo desarrollado por los antiguos peruanos del norte, quienes fueron los que más se especializaron en el tema, siendo los primeros en descubrir la técnica de cómo recubrir un metal con otro.
El Museo Larco tiene la particularidad de contar con una sala amplia altamente detallada en el cual se expone la totalidad de su patrimonio cultural, del cual sólo el 20% se encuentra en exposición permantente, en las salas principales del recinto. El resto se reserva para enviarla a otros museos para dar a conocer al mundo los íconos del arte prehispánico a nivel mundial.