Al llegar a Marcará al Centro de Andinismo Renato Casarotto no me imaginé la experiencia sin igual que iba tener. Todos deben saber de los espectaculares paisajes con los que cuenta la región Ancash, pero pocos llegan más allá de la mal llamada laguna Llanganuco.
Supongo mal llamada así porque la quebrada tiene ese nombre, pero las lagunas que la conforman son dos lagunas conectadas entre sí que reciben los nombres de Chinancocha Laguna Hembra que se encuentra a 3,850 m.s.n.m. y Orcococha Laguna Macho a 3,863 m.s.n.m..
Esta vez tuve el privilegio de contar con la compañía de Miguel Martínez experimentado guía de la operación Mato Grosso quien con mucha paciencia y ánimos me ayudó a llegar a la meta: el Refugio del Nevado Pisco.
Salimos aproximadamente a las 8:00 a.m. de Marcará con destino primero a Yungay para ingresar por la garita de control del Parque Nacional del Huascarán donde hicimos el pago respectivo para proseguir nuestro destino y llegar al Refugio en el Nevado Pisco.
A los pocos minutos llegamos primero a las lagunas de la quebrada Chinancocha con su hermoso color turquesa, pero no paramos en la clásica entrada sino seguimos un poco más para ubicarnos a la mitad de la laguna donde se puede tomar una foto espectacular con la laguna y el pico del nevado Huascarán.
Seguimos nuestro camino y la belleza de Orcococha no puede pasar desapercibida, continuamos la marcha para evitar que nos gane el tiempo y nos encontramos con un camino que separa las aguas de una cocha que es un escenario sublime para los que disfrutamos de la naturaleza. Ahora sólo nos queda apretar la marcha porque tenemos que llegar al campamento base de Cebollapampa que está a 3,900 m.s.n.m. Aproximadamente son casi las 10:00 a.m. nos bajamos del auto para dejarlo en la entrada porque de allí nos espera un trekking algo exigente con un desnivel de casi 800 metros.
La caminata promedio es de 3 horas a paso moderado. Durante todo el trayecto es extraño encontrar gente de Perú a no ser que sean arrieros, lugareños o guías, y todos son muy amables y te van dando ánimos. Todos los que voy encontrando son extranjeros maravillados por los excelentes paisajes que tenemos en nuestro país y que muchos no aprecian ni cuidan.
En la subida el paisaje te va envolviendo y observamos cómo va cambiando según la altura, el corazón se acelera ya no sé si por la emoción o porque realmente la altura de alguna forma te choca. A mitad de camino tienes una vista de 360 grados rodeada de naturaleza, nevados, una gran caída de agua, pastizales que más se puede pedir. Necesité un break para asimilar toda esa belleza sumado al sin igual cielo azul turquesa y las nubes de algodón.
Nuestro guía me ve algo preocupado supongo pensó que ya no podía más, pero claro el cansancio también influía pero era más poder detener el tiempo y grabar todo lo que veía en mi memoria. Es donde me cuenta una hermosa leyenda sobre un amor imposible entre dos jóvenes, un soldado y una princesa que decididos a defender su amor se escapan pero fracasan en el intento, ya que los apresan y los separan amarrándolos en cimas lejanas, pero frente a frente en señal de castigo sus lágrimas desconsoladas dieron origen a las lagunas de Chinancocha y Orcococha. Pero el dios de los Huaylas, conmovido ante el amor de los jóvenes, decide convertirlos en el Huascarán y el Huandoy.
Llegada a la cima que divisaba durante toda mi caminata por fin respiró hondo mi corazón y mi cuerpo se aclimató y pude divisar el Campamento Base del Nevado Pisco donde usualmente acampan los que suben al nevado porque desconocen que allí tienen el Refugio del Nevado Pisco de la Operación Mato Grosso, con muy buenas instalaciones y guías certificados internacionalmente preparados para hacer de esa aventura una experiencia inolvidable con toda la seguridad y no en forma improvisada y con riesgos innecesarios.
Es la 1:30 p.m. y por fin llegué al refugio a 4,760 m.s.n.m. es un lugar que no tiene nada que envidiar a un hotel en la ciudad aparte de contar con una vista espectacular de los nevados Huandoy, Alpamayo, Artesonraju, Parón, Pirámide, Chacraraju, Contrahierbas, Chopicalqui y Huascarán que cuentan con excelentes instalaciones y chef, con decirles que nunca me imaginé tomarme un pisco sour disfrutando del placer de estar rodeada de ese imponente paisaje y la grata compañía de grandes amigos.
No coroné esta vez la cima del nevado porque sería una irresponsabilidad subir sin preparación, pero prometo volver para sentir esa sensación triunfal de llegar a la cumbre.
Los nevados son lugares hermosos pero también peligrosos. Es importante tomar las medidas adecuadas y contar con un guía experimentado y conocedor de la zona. Además es una actividad que se debe manejar con responsabilidad para preservar estas maravillas naturales.